Por Débora Martínez
En este mundo moderno, globalizado y en el cual las mujeres hemos ganado terreno en lo profesional, pareciera decadente cuestionarnos si debemos trabajar o quedarnos en casa.
Suena a un tema tan trillado que todo el mundo parece tener la respuesta correcta, sin embargo recordemos que cada día llegan a este mundo FEMMENINO nuevas madres y/o esposas que deberán decidir. Yo tuve mi momento de conflicto; y por “momento”, me refiero a un par de años. Al final decidí quedarme en casa y hoy les comparto los puntos que consideré importantes al momento hacer mi elección.
- Situación financiera: “¿Y si no nos alcanza?”
Si el ingreso de tu pareja NO es suficiente para cubrir los gastos mínimos indispensables de la familia. Entonces ya ni siquiera es cuestionable. Lo ideal será seguir trabajando. Pero es importante hacer una evaluación financiera del beneficio del doble ingreso, por supuesto tendrás la libertad de adquirir lo necesario para la familia y seguro estarás más relajada en términos financieros, pero también es cierto que muchas mujeres al trabajar se dan la libertad de atiborrar las tarjetas de crédito y de realizar gastos que al final terminan anulando el beneficio del ingreso adicional.
Si tu pareja es capaz de proveer lo suficiente para subsistir, y decides quedarte en casa también deberás comprometerte a un presupuesto. Y es importante que conozcas el valor financiero de quedarse en casa.
En algún punto mi economía familiar entró en crisis y salí en la búsqueda de un trabajo de tiempo completo, no me resultó difícil encontrarlo, sin embargo, al haberme desactivado profesionalmente por un tiempo, no me fue posible encontrar una vacante con un sueldo elevado; en esa ocasión mi esposo y yo nos sentamos tranquilamente a hacer números y evaluar lo que era mejor para la familia; descubrimos, que tras descontar los gastos adicionales de: gasolinas, comidas fuera de casa de ambos, guarderías ( con horario extendido), asistencia en el hogar, y una serie de actividades que se verían comprometidas por mi ausencia en casa; nos quedaba realmente poco. En aquella ocasión al final era más “rentable” cancelar algunos gastos ( bajar el paquete de cable al más barato, cambiar de escuela a los hijos, cancelar la ayuda en casa etc.). Y quedarme así yo a cargo de la administración del único ingreso.
Ya empezaste a decidir ¿no? Sigamos entonces.
2. Crianza de lo Hijos, “quiero darles TODO”
Habiendo hijos de por medio la situación siempre será más complicada, en la mayoría de los casos son nuestra razón para querer quedarnos en casa pero al mismo tiempo son también nuestro motivo para querer seguir trabajando, para poder proveer más y mejor
Cuando yo me enfrenté a este conflicto hice el siguiente ejercicio, que una buena amiga me sugirió:
Cierra tus ojos y trata de evocar aquel recuerdo más feliz de tu infancia, aquel objeto o situación que te haya llenado de felicidad y te haya marcado positivamente …¿Ya?… ¿lista?… bueno pues te tengo una noticia, a excepción de los viajes, en la mayoría de los casos ese “recuerdo feliz” NO está asociado a la súper escuela trilingüe en la que estudiaron o cuestiones materiales; y difícilmente tiene un precio; En la mayoría de los casos, está asociado a vivencias o momentos compartidos con algún ser querido.
Así que decidas trabajar o quedarte en casa preocúpate más por dejar recuerdos felices, en sus mentes y corazones. Sin importar cualquier medida y/o dosis. Como mi amiga me dijo es poco probable que tu hij@ recuerde en 20 años la marca de zapatos que usaba a los 6 o esos carísimos juguetes que recibía a cada rato, es más probable que recuerde aquel día que volaron un papalote juntos o que organizaron un cita para platicar o pintarse la uñas.
¿Ya puedes ir inclinando la balanza? ¿No? Vamos al siguiente punto.
2,1.- Crianza de los hijos “quiero educarlos y disfrutarlos yo”
Si eres de las mujeres que tiene que trabajar porque no les alcanza o quiere trabajar porque quiere darles todo, pero te sientes la peor madre del mundo por no quedarte en casa, y te imaginas, te han dicho o te torturas, pensando que tus hijos se convertirá en drogadictos, vagos o buenos para nada; pues aquí te va mi opinión.
Algunas mamás que se quedan en casa a criar a los hijos piensan que esto es sinónimo de:
- dejarlos ver la televisión, jugar videojuegos, ipad, ipod o lo que sea todo el tiempo todos los días porque ¡ahh que lata dan!
- Consentirlos y dejarlos que hagan su santa voluntad todo el tiempo porque requiere mucho trabajo y esfuerzo disciplinarlos.
- Resolverles la vida y hacerles todo, o lo que es lo mismo; seguirlos bañando aunque tenga 20 años porque si no entonces ¿qué clase de madres serían?
- Tenerlos bajo régimen militarizado porque así es más fácil educarlos.
- Y por ultimo y mi favorito (si es sarcasmo) dejarlos al cuidado de la nana, para así “ser libres” y tener tiempo “para ellas”.
Pues bien para mi quedarme en casa es un trabajo de tiempo completo, he tenido que tomar cursos de disciplina, de nutrición y hasta de matemáticas (no es broma) mi trabajo es sin horario, sin reglas y sin límites, abarca cualquier área de conocimientos y requiere un compromiso y una disciplina aun mayor que la que se me requirió en una oficina. Créeme física y mentalmente es mucho mas agotador.
Si eres de las mujeres que están dispuestas, tienen la vocación y la disciplina para aceptar este trabajo: ¡Bienvenida!
Pero…Al final los tiempos han cambiado y la maternidad de tiempo completo no es ni tiene que ser para todas
Desde mi perspectiva hay mujeres que no tienen las habilidades requeridas para realizar este trabajo con cabalidad, y en esos casos sin culpa, sin remordimientos y sin prejuicios lo mejor es apoyarse en profesionales expertos en el manejo físico, psicológico y emocional de los pequeños, o lo que es lo mismo guarderías y/o abuelas expertas. Así tu podrás realizar una actividad para la que seguramente estas más que preparada y enfocarte con más calma en proporcionarles a tus hijos el punto 2: “recuerdos felices”.
Pues bien vayamos al último punto
3.-Desarrollo profesional: “Hacer malabares o que se me atrofie el cerebro”
Dejé este punto hasta el final por que cuando repaso la balanza interna, este tema tiende a poner todo en punto neutro.
Si has decidido continuar tu trabajo este no será un punto tan importante en tu balanza, tal vez tu carrera se verá un poco frenada al tratar de combinar familia y profesión, y eventualmente una de estas dos sufrirá tu ausencia, pero eso inevitablemente sucederá aún siendo hombre. Seguro encontraras un punto de equilibrio.
Si como yo has decidido quedarte en casa, de cuando en cuando te azotarán algunas inquietudes ¿Dónde queda toda esa experiencia que adquirí en mis años laborales?, ¿a donde van mis ganas de triunfar y aportar? , ¿Qué pasará conmigo cuando mi principal ocupación se vaya de casa?
Yo aún extraño vestirme con ropa formal de oficina, odio un poco los jeans, las playeras y los flats. Me encanta el glamour del título en una tarjeta de presentación junto al logo de alguna transnacional… (Emoticón carita triste).
Pues bien aunque en lo personal no he resuelto este tema de manera permanente, si me mantengo activa profesionalmente, he pasado por una serie de trabajos de medio tiempo, o que se pueden realizar desde casa, y aunque aún no he encontrado aquel trabajo que llene por completo mis expectativas de desarrollo profesional, practico de vez en cuando mis habilidades profesionales, y sigo en una búsqueda que tarde o temprano dará fruto.
Si esta inquietud te agobia te aseguro que cada día existen más opciones de trabajos de medio tiempo, ciertamente tu ingreso no será lo que mereces o vales pero como en todo habrás de hacer concesiones. También existen mujeres emprendedoras como la creadora de este espacio tan FEMMENINO que se arriesgan a encontrar su propio nicho y que lo logran con mucho éxito.
Al final la cuestión es tomar las riendas de tu vida y amar tu decisión con todo el corazón.